martes, 26 de marzo de 2013

¿Parque naturales sin títulos mineros?

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La urbanización: el otro motor de la locomotora minera

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REGIONES
Domingo, 24 de Marzo de 2013 20:15
BOGOTALa extracción de materiales de construcción probablemente sea tan depredadora e ilegal como la gran minería del carbón y del oro. Pero pasa de agache, estimulada por la urbanización desbocada que han promovido las políticas desde hace 40 años.

Urbanización desbocada
El influyente economista Lauchlin Currie — autor del Plan de Desarrollo Las Cuatro Estrategias 1970-1974, argumentó que para el crecimiento de Colombia sería indispensable promover la urbanización.[1]
Fredy Cante Mineria Bogota excavacion
La urbanización desbocada ha producido grandes males y hoy atenta contra la supervivencia sana, debido al uso creciente de recursos minerales agotables para construir.
Foto: encuentromegaproyectosy
mineria.blogspot.com
Basado en conceptos clásicos de Adam Smith y de Allyn Young, sostenía que el crecimiento económico se explica por la interacción entre fuerzas endógenas del mercado: existe un círculo virtuoso entre en el aumento en el tamaño del mercado (demanda fundada en deseos insaciables) y el aumento en la oferta de mercancías, gracias a la mayor productividad que resulta de la creciente división del trabajo y del conocimiento.
El crecimiento se auto–perpetúa debido a que cada nuevo producto constituye una demanda que genera su propia oferta (afirmación que se conoce generalmente como la “ley de Say”): cada nuevo bien o servicio encontrará compradores gracias a emociones como la envidia, la frustración y la ansiedad, y a los vicios y a las adicciones  de los consumidores.
Currie partió de los siguientes supuestos:
i)          Existen unos sectores líderes como el gasto público en infraestructura, la fabricación de vivienda y la producción de armas;
ii)        Aunque la vivienda es un bien de consumo durable, su demanda es elástica y generalizada (debido al crecimiento poblacional, y a presiones familiares y sociales para que la gente adquiera vivienda nueva y mejor localizada);
iii)      La creciente urbanización contribuye al crecimiento, pues la mano de obra no calificada (desplazada voluntariamente del campo) puede ser empleada y bien remunerada mediante la oferta de nuevas viviendas;
iv)      como en el mercado lo que cuenta es la demanda efectiva, los potenciales compradores de nueva vivienda deberían tener acceso a un crédito blando y decente (justo lo opuesto de lo ocurrido con el nefasto sistema UPAC, creado también a instancias del propio Currie).
En aras de la supervivencia y de la felicidad humanas, Currie insistía en que el desarrollo debería traducirse en mayor control sobre el medio ambiente. Pero irónicamente la urbanización desbocada también ha producido grandes males y hoy atenta contra la supervivencia sana, debido al uso creciente de recursos minerales agotables para construir y remodelar vivienda, cuya extracción destruye montañas y perjudica a la agricultura y al medio ambiente, además de provocar el agotamiento del agua y la contaminación del aire.
Jungla de cemento y minería a cielo abierto
El proceso de urbanización y la construcción demandan gran variedad de materiales. Están ligadas a un patrón cultural que reproduce prototipos de vivienda bajo técnicas precarias de construcción, como el uso intensivo de materiales pesados (para hacer casas “sólidas” y “ostentosas”).
Fredy Cante Mineria Bogota locomotora
Foto: 
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62376953@N05/7734413632/
Desde los cimientos, las estructuras, los muros, los entrepisos y  los acabados, se crea una demanda descontrolada por recursos minerales como arena, diversas clases de piedras y calizas, y arcillas.
Un inventario geológico–minero de 840 explotaciones— que para 1996 representaban el 90 por ciento de las minas en la Sabana de Bogotá — reveló que el 66 por ciento de las minas visitadas se encontraron activas,  que el 57 por ciento se dedicaba a la extracción de arcilla, el 23 por ciento a arenas, el 14 por ciento a recebos, el 3 por ciento a gravas, el 2 por ciento a arenisca y el 1 por ciento a triturados[2].
La demanda de materiales se ha disparado además debido a un cierto consumo ostentoso: sometimiento a la moda del momento en términos de arquitectura, ampliaciones y  remodelaciones, que recortan artificialmente el tiempo de vida útil de un bien, considerado “durable”.
Tal demanda es acicate para el colosal crecimiento de la minería a cielo abierto en los confines de Bogotá y en nuevas canteras en los municipios de la Sabana, que altera profundamente al ecosistema, pues compromete no solo la cobertura vegetal y las demás cadenas que dependen de esta, sino que afecta el suelo, la atmósfera y la base portante del suelo. Esta afectación geo–morfológica puede alterar grandes ciclos de materiales, como el del agua.
Cerca del 30 por ciento de las explotaciones mineras  en Colombia carece de los permisos  establecidos por las autoridades mineras y ambientales, por lo cual se considera minería de hecho o ilegal. Una investigación sobre tal tipo de minería fue elaborada por la Defensoría del Pueblo que recogió información sobre el 86 por ciento de los municipios del territorio nacional. Se concluye que el 61 por ciento corresponde a minería para construcción, 28 por ciento a extracción de oro, 8 por ciento al carbón y el 3 por ciento restante a otros.
Bogotá más cerca de las canteras
Cada año Bogotá crece a razón de 158 mil habitantes en promedio y se expande  sobre otras 538 hectáreas.  Usando estimativos del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y la historia de la edificación de la ciudad, se proyectaba una construcción cercana a los 4 millones de metros cuadrados anuales hasta 2008.
Fredy Cante Mineria Bogota maquinas
Foto: 
diarioadn.co/bogot%C3%A1/mi-ciudad
Se estimaba que se construirían 31 kilómetros de vías anuales, 160 mil metros de acueducto y alcantarillado y 251 mil metros cuadrados de edificaciones de recreación y deporte en promedio. Estas cantidades resultan en una demanda del orden de 6 millones de metros cúbicos de materiales de construcción por año[3].
La minería es una actividad que normalmente se desarrolla por fuera de las áreas urbanas. Sin embargo, algunas explotaciones, como la de materiales de construcción, se hacen muy cerca de áreas urbanas, generalmente en zonas de expansión, que acaban por alcanzar y sobrepasar las zonas de explotación.
Las canteras abandonadas en el interior o cerca de las áreas urbanas acaban siendo objeto de procesos de urbanización incompletos, generalmente informales, y en condiciones de precariedad y de alto riesgo. Un ejemplo es el sector de El Codito, al noroccidente de Bogotá, en donde partes inestables de una vieja cantera se han deslizado causando muertes en épocas invernales.
Control insuficiente, consumo exacerbado
Los mecanismos para controlar la explotación minera han sido claramente insuficientes en Colombia: títulos mineros, planes de manejo y de acción para la estabilización y recuperación de áreas explotadas, evaluación de impacto ambiental y, más recientemente, evaluación ambiental estratégica (por presión de organismos internacionales).
Fredy Cante Mineria Bogota pesca

“La contaminación provocada por la minería y la tala de árboles ha reducido la cantidad de peces en el río, amenazando una fuente de alimentación de los tule:  ACNUR/ B.Heger
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acnurlasamericas/5547472600/
de revisión la ley que modifica a su vez la ley 685 de 2001: el Código de Minas. Debido a la crisis provocada por la gran cantidad de explotaciones ilegales y dispersas, se revisan las nuevas estrategias de control.
Pero las leyes no se cumplen: muchas instituciones intervienen en la supervisión de la minería en forma descoordinada, con duplicidad de funciones y en ausencia de una coordinación adecuada. Además, la legislación cambia constantemente, y en particular la definición de las áreas donde se permite la explotación de materiales de construcción.
La complejidad legal, la falta de mecanismos efectivos de control por parte de las autoridades, y las características del mercado de materiales de construcción, contribuyen a que exista una alta participación de actores informales.
Institucionalmente se delimitan las zonas compatibles con la actividad minera, pero se requiere, por el contrario, delimitar aquellas zonas queno son compatibles -para protegerlas-  como sucede en la Sabana de Bogotá.
Si se hiciera cumplir la legislación vigente, solo se tendría una parte de la solución: se enfoca únicamente, y de manera reactiva, sobre el lado de la oferta. Pero el problema de la locomotora minera — como el de las sustancias psicoactivas — es también un problema de demanda: particularmente, de consumo exacerbado.
Se podría contribuir a mitigar la depredación producida por esta actividad minera si se disminuye la demanda por materiales para la construcción. Existen tres posibles soluciones:
i)          Propiciar un aumento significativo en el precio de los materiales para la construcción, tal que permita corregir las externalidades negativas mencionadas y, además, desincentivar la remodelación innecesaria… aunque esto vaya en contravía de los intereses mercantiles del gremio de la construcción;
ii)        Exigir a los mineros la recuperación morfológica del área de donde se han extraído materiales para la construcción, lo que también podría elevar los precios de tales recursos;
iii)      Fomentar el uso de materiales más livianos y renovables para construir vivienda, y promover la educación ambiental, estimulando, por ejemplo, un aprovechamiento racional de la madera y de la guadua.

http://www.razonpublica.com/index.php/regiones-temas-31/3632-la-urbanizacion-el-otro-motor-de-la-locomotora-minera.html

lunes, 25 de marzo de 2013

Así funciona la valla publicitaria en Perú que genera agua del aire



Tecnología y medio ambiente

Así funciona la valla publicitaria en Perú que genera agua del aire

Universidad de Ingeniería y Tecnología desarrolló el panel que pone las innovaciones tecnológicas al servicio del medio ambiente.

Por: AFP
Foto: Un sistema de ósmosis inverso, purifica el agua extraída de la humedad
El enorme cartel parece uno más junto a la ruta hacia las playas de Asia, cerca de la capital peruana, pero la estructura tiene otro objetivo además del publicitario: convertir la humedad del aire en agua potable para abastecer a un poblado rodeado de desierto.
En Bujama, a unos 90 km al sur de Lima, las gotas de agua celestes del panel son como un oasis en un paisaje árido y sin color. Allí, las viviendas junto a la carretera son precarias y obtienen agua de mala calidad haciendo un pozo en la tierra.
Debajo de la inmensa estructura del cartel, un tanque conserva los 100 litros de agua que diariamente genera el sistema y los pobladores de la zona se acercan, abren un grifo y llenan recipientes y botellas.
"El agua que sacamos en nuestras casas muchas veces está contaminada. En cambio de aquí tenemos agua buena, que podemos usar y beber tranquilos", dijo a la AFP Francisco Quilca, de 52 años, que vive en la zona y trabaja de vigilante.
Su esposa Wilma Flores dice que ahora accede a "agua que sé que está bien desinfectada. Podemos tomarla y lavar las verduras", comentó. En Lima y sus alrededores, cerca de un millón de los más de ocho millones de habitantes carecen de agua potable y deben llamar a un camión cisterna que los abastezca, a un costo de 4 soles (1,50 dólar) por un recipiente de 60 litros para consumo doméstico. "Hagamos agua" Entre las dos caras del anuncio publicitario, hay instalados cinco generadores que captan la humedad del aire y la transforman en líquido. El agua es purificada mientras circula por un conducto antes de llegar al tanque.
"Una universidad nos pidió este panel y pensamos en darle un uso social. Vimos que en el sitio, como en muchas partes de Lima, hay mucha gente que no tiene acceso al agua potable", dijo a la AFP Alejandro Aponte, director creativo de la agencia Mayo Draft.
La agencia de publicidad creó el panel a pedido de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), que quería promover las inscripciones de jóvenes durante el verano. "Si el problema es el agua, hagamos agua, dijimos".
Al investigar sobre el tema, vieron se podía generar agua a través de la humedad atmosférica. "Presentamos la idea a la UTEC, se armó un grupo interdisciplinario y comenzamos a trabajar", comentó Aponte.
Para hacer funcionar el sistema se requiere un sitio con humedad de al menos 30%. En Lima ése no era un problema: algunos días allí la humedad es del 98%. El panel generador de agua "era una idea que nunca antes se había aplicado en otras partes del mundo" y fue adoptada de inmediato, dijo a la AFP Flor Jiménez, de la oficina de comunicaciones de la UTEC.
"Ahora no sabemos qué va a pasar con esta iniciativa, si se va a replicar en otras partes", agregó.


Lluvia de pedidos


Cuando el invento se conoció en otros países, empezaron a llover las llamadas a la UTEC y a la agencia Mayo Draft. "Nos han contactado de la India, de Ghana, de México, de Siria y nos piden que quieren tener este sistema y poder usarlo en sus países", dijo Aponte. "Aún no tenemos claro quién es el propietario de esta idea", admitió sobre la iniciativa gestada con la UTEC.
"Hemos visto que esto tiene una dimensión enorme, un gran potencial si se llega a utilizar en otras zonas de Lima, o en otros países que tienen tantos problemas de agua", continuó Aponte.
La estructura del panel publicitario, que tiene un costo de construcción de unos 30.000 a 40.000 dólares, funciona a electricidad. "La idea inicial era alimentarlos con paneles solares, que era más efectivo y económico a largo plazo, pero no lo hicimos por tiempo, pues se iba el verano, que es cuando transita más gente por esa ruta", dijo Aponte.
Carlos Cardenas, que trabaja como chófer y viaja periódicamente por la ruta Panamericana que recorre la costa peruana, se detiene junto al cartel, toma varios vasos de agua y se dispone a seguir camino. "Muchas veces paro aquí para sacar agua porque es bastante rica, natural y sobretodo parece no tan contaminada como en otros lados". 



http://www.elespectador.com/tecnologia/articulo-411923-asi-funciona-valla-publicitaria-peru-genera-agua-del-aire

domingo, 17 de marzo de 2013

Carbón, el rey de las exenciones


Economía |13 Mar 2013 - 10:04 pm

Consultas previas, otra de las polémicas

Carbón, el rey de las exenciones

Un sistema fiscal transparente que ha dado lugar a que las firmas mineras tengan utilidades excesivas.

Por: Redacción Negocios
“En el caso del carbón, el gobierno de Colombia, en realidad, lo fue regalando todo en 2007 y 2009. La falta de un sistema fiscal eficiente y transparente ha dado lugar a que las ganancias de algunas multinacionales, provenientes de exenciones impositivas, sean mayores a lo que pagan en renta y regalías”.
Esta es una de las principales conclusiones a las que llegó ABColombia, un grupo de organizaciones no gubernamentales del Reino Unido e Irlanda —entre las que se encuentran Oxfam y Christian Aid—, en su estudio titulado Regalándolo todo: las consecuencias de una política minera no sostenible, al que este diario tuvo acceso.
De acuerdo con el documento, el país sigue en riesgo de perder millonarias riquezas provenientes de la explotación de minerales “si no revisa su régimen fiscal”. Y también es vulnerable a más violaciones en lo que respecta a derechos humanos y daños ambientales, al tiempo que el Estado continúa con la promoción del sector minero-energético como uno de los jalonadores de la economía y de la inversión extranjera directa.
Louise Winstanley, representante de ABColombia, aseguró que durante 2007 el Estado colombiano perdió “el 53% (incluidas las exenciones de hidrocarburos) de su ingreso posible por impuesto a las ganancias en manos de multinacionales”. Según los cálculos expuestos por el estudio, esta cifra pudo haber llegado a $3,82 billones. Entretanto, en 2009 “esa cifra aumentó drásticamente al 90%, lo que significa que después de aplicadas las exenciones, Colombia sólo recibe el 10% del impuesto”.
“La minería no genera mucho empleo. Realmente en Colombia los incentivos fiscales son muy fuertes. Lo que queda de beneficio es bajo y hay falta de acceso a la información”, resaltó Thomas Mortensen, representante en Colombia de la organización Christian Aid.
El estudio también señala que otro de los grandes conflictos de la minería a gran escala es la consulta previa con pueblos indígenas y afrocolombianos, atada a la falta de coherencia del Gobierno a la hora de formular políticas para que convivan la minería y el cuidado del medio ambiente.
Mortensen dijo que el informe recomienda a las empresas mineras multinacionales que eviten invertir en países donde hay conflictos por la tierra y que sigan al pie de la letra los procesos de consultas previas con las comunidades. Según el documento, en el país “los grandes proyectos económicos en territorios indígenas son los principales contribuyentes al riesgo de extinción de 64 grupos étnicos”.
Por: Redacción Negocios

Minorías étnicas, por fuera de las elecciones de 2014


Minorías étnicas, por fuera de las elecciones de 2014

Corte Constitucional ordenó consulta previa con afros e indígenas para que ellos decidan cómo debe ser su representación en el Congreso.

Por: Hugo García Segura
Las minorías étnicas —comunidades indígenas y afrodescendientes—, que según la Constitución de 1991 tienen una circunscripción especial electoral con derecho a elegir hasta dos senadores y tres representantes a la Cámara, no tienen en estos momentos la posibilidad de postular candidatos en los comicios de 2014. ¿La razón? En junio de 2011, mediante la Sentencia C-490, la Corte Constitucional declaró inexequible el inciso 3° del artículo 28 de la Ley 1475 (reglamentación de la reforma política de 2009), ordenando que, en aras del reconocimiento y la protección de la diversidad étnica y cultural, y en especial de las reglas previstas en el artículo 6º del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, debe hacerse una consulta previa para preguntarles a esas minorías cómo quieren escoger a sus representantes en el Congreso.
Según el alto tribunal, “todas aquellas decisiones legislativas o administrativas que afecten directamente a las comunidades indígenas o afrodescendientes deben ser consultadas con ellas por parte del Gobierno, bajo condiciones de buena fe y respeto por su identidad diferenciada”. Y la realidad actual dice que el Gobierno no hizo nada por llevar a cabo esa consulta y que los candidatos indígenas o afrodescendientes que quieran aspirar al Senado o a la Cámara dentro de un año no podrán hacerlo. “La omisión de la consulta previa, cuando se trata de medidas legislativas, genera prima facie la inexequibilidad de la norma correspondiente, puesto que se trata de un vicio que, aunque tiene naturaleza sustantiva, afecta el trámite legislativo”, dice la Corte.
La “obligatoriedad” de la consulta previa frente al inciso 3° del artículo analizado es soportada, según el máximo tribunal constitucional, por una jurisprudencia establecida con anterioridad. En efecto, en la Sentencia C-702 de 2010 fue declarado inexequible otro inciso final del artículo 2º de la misma reforma política de 2009, el cual adicionaba el artículo 108 a la Constitución, al indicar que “los partidos y movimientos políticos que habiendo obtenido personería jurídica como producto de la circunscripción especial de minorías étnicas podrán avalar candidatos sin más requisitos que su afiliación a dicho partido, con una antelación no inferior a un año respecto a la fecha de la inscripción”. La razón de la declaratoria de inexequibilidad fue, precisamente, la omisión del requisito de consulta previa a la promulgación del acto legislativo por parte del Congreso de la República.
Fuentes consultadas en el Consejo Nacional Electoral le indicaron a El Espectador que el único camino que les queda a quienes hoy son congresistas a nombre de las minorías étnicas es buscar ser avalados por firmas, ya que el tiempo apremia para organizar una consulta a las comunidades y elaborar un proyecto de ley estatutaria, que además debe ir a examen de la misma Corte Constitucional. Al mismo tiempo, hay quienes creen que aunque hoy esas minorías se están viendo afectadas, es lo mejor que puede pasar para depurar su proceso de representación en el Legislativo, porque muchos partidos indígenas y de afros se han convertido en “vendedores de avales” y han sido cooptados por dirigentes de dudosa reputación.
Lo cierto es que esas minorías están hoy en el limbo. Y según el senador Marco Avirama, de la Alianza Social Independiente, sus advertencias cuando se hizo la reforma no tuvieron eco: “Ahora quedamos sin posibilidad de inscribir candidatos a través de los partidos tradicionales. Presentada la demanda, no hemos obtenido respuesta alguna. Apelamos, pero tampoco tuvimos respuesta. Lo que consideramos es que están violando un derecho ganado y reconocido en la Constitución. Están desconociendo los derechos de los grupos étnicos y nos dejan por fuera del sistema democrático. Estamos ante una situación muy difícil, porque como Movimiento ASI no consideramos que tengamos que salir a recoger firmas para participar del proceso electoral”.
La idea de la Alianza Social Indígena es tramitar un proyecto en el que se incluya un artículo transitorio para que les permita inscribir candidatos, por esta vez, en las circunscripciones especiales, pero con otros partidos. “Estamos pidiendo a los partidos que nos apoyen, porque si no la democracia colombiana sufriría un retroceso”, agregó Avirama. A su vez, Hernando Hernández, representante indígena por el Polo Democrático, reveló que ya se interpuso ante el Consejo Nacional Electoral y el Ministerio del Interior un derecho de petición para que les indiquen cuál es la ruta a seguir para aspirar. “Lo grave es que hasta el momento no tenemos una respuesta clara. El ministro Fernando Carrillo nos dijo que esperáramos a ver si en esta legislatura iba a haber reforma política. Nos queda únicamente el camino de recoger firmas, pero sobre eso no hay claridad: si son firmas indígenas o de todos los colombianos, y lo de la póliza tampoco está claro. El Gobierno debe solucionar esto lo más pronto posible para que haya igualdad de participación”, concluyó.

Por: Hugo García Segura

COLOMBIA ¿PAIS DE ALTO DESARROLLO HUMANO?


Vivir |14 Mar 2013 - 10:00 pm

Ocupó el puesto 91 entre 186

Colombia, ¿país de alto desarrollo humano?

Mientras el PNUD dice que los indicadores de salud, educación e ingresos son “altos”, el Banco Mundial ubica al país como el séptimo más desigual del planeta.

Por: Redacción Vivir
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que Colombia tiene un alto desarrollo humano. El país ocupa el puesto 91 entre 186, en un informe que evalúa los logros de las naciones en educación y salud, y la disponibilidad de recursos para ofrecerles a sus habitantes un nivel de vida digno.
En el Índice de Desarrollo Humano (IDH) en América Latina, Colombia se ubica en la casilla número 12, muy por debajo de Chile, Argentina, Uruguay y Cuba. Sólo supera a naciones como El Salvador, Guatemala y Bolivia. Según el informe en nuestro país los niños estudian en promedio 7,3 años, mientras el “período esperado de escolaridad” son 13,6.
Jairo Santander, docente e investigador en desarrollo y políticas públicas de la Universidad de los Andes, dice que para el caso de Colombia el índice es “engañoso”. Argumenta que los contrastes entre regiones apartadas, vistas por ejemplo en las distancias que deben recorrer los niños para ir a la escuela, el difícil acceso a programas de salud de calidad y los ingresos insuficientes para algunos sectores de la población, son la causa.
“Hay lugares donde el IDH es sumamente elevado, como Bogotá, que tiene servicios básicos para que la gente pueda desarrollar sus potencialidades. En cambio, si miramos a Chocó, La Guajira, Cesar y Nariño, las tasas son muy similares a países del sudeste asiático y de África”, dice Santander.
El último Informe Nacional de Desarrollo Humano (2011) de Colombia, que analiza la realidad de cada departamento, revela que, cuando se tienen en cuenta las diferencias en las condiciones de vida de los múltiples sectores de la población, el panorama esperanzador cambia: para 2010 el índice más alto de IDH lo tenía Bogotá (0,90), y los más bajos, La Guajira (0,69) y Chocó (0,73). Así, mientras que la capital avanzó 6 puntos en desarrollo humano desde el año 2000, los otros dos no alcanzaron a subir ni medio.
“Esto demuestra que hay una desigualdad regional importantísima —continúa el experto de los Andes—. Implica que tenemos capas de la población que están siendo excluidas de los beneficios del desarrollo económico, que no pueden alcanzar niveles básicos para potencializar sus capacidades y así lograr el bienestar”.
La brecha también se refleja en la última Encuesta Nacional de Calidad de Vida, que el DANE dio a conocer esta semana: mientras en las ciudades y cabeceras de los municipios el 35,3% de los jefes de familia se considera pobre, en el resto del país, particularmente en la región del Pacífico, la cifra asciende a 67,7%. No en vano el año pasado el Banco Mundial sorprendió con la noticia de que Colombia es el séptimo país más desigual del planeta, con niveles comparables a los de Haití y Angola.
De hecho, el informe que presentó el PNUD aclara que, pese a la buena nueva de que el ritmo de progreso en países en vías de desarrollo ha sido más rápido de lo que se pensaba, “no es deseable ni sostenible que el crecimiento del IDH esté acompañado por una creciente desigualdad”, y agrega que “nadie debería estar condenado a vivir una vida breve o miserable por ser de una clase social o país ‘equivocado’, pertenecer a una raza o a un grupo étnico ‘equivocado’, o ser del sexo ‘equivocado’. La desigualdad reduce el progreso en desarrollo humano y, en algunos casos, podría impedirlo por completo”.
Jairo Santander resalta que hablar de procesos de desarrollo no tiene el más mínimo sentido si hay desequilibrios sociales, y añade que le preocupa el hecho de que cuando la sociedad y el Gobierno vean índices tan positivos “terminen por no asimilar el problema de la inequidad como algo importante y descuiden las políticas públicas para generar bienestar”.
Por: Redacción Vivir

sábado, 16 de marzo de 2013

Cambio climático: un obstáculo para el desarrollo


Medio Ambiente |15 Mar 2013 - 3:46 pm

El gran reto es que los países controlen las emisiones de gases a la atmósfera

Cambio climático: un obstáculo para el desarrollo

Informe sobre desarrollo humano plantea que los daños medioambientales afectan a los más pobres en la medida en que limitan sus posibilidades de subsistencia.

Por: Redacción Vivir
Los países con Índice de Desarrollo Humano bajo son quienes más sufren por culpa del cambio climático, a pesar de que son los que menos contribuyen a éste.
Así lo reveló el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en su último informe sobre Desarrollo Humano, publicado ayer.
La producción agrícola, el acceso al agua potable, problemas de saneamiento y el aumento en los niveles de contaminación son las principales características con la que se manifiesta la problemática.
Con este escenario, el valor del IDH (Índice de Desarrollo Humano) sería un 8% menor en 2050, sobre todo en Asia Meridional y África Subsahariana, “lo que detendría o, incluso, revertiría efectivamente décadas de progreso de desarrollo humano en ambas regiones”, dice el documento.
El Banco Mundial coindice con este planteamiento. En un informe que publicó en noviembre del año pasado, y en el cual pronostica que la temperatura mundial podría aumentar 4 grados en 60 años, destaca que los países pobres serían los más afectados.
Para el caso de América Latina, el organismo multilateral afirma que, aunque la región solo es responsable del 12,5% de las emisiones mundiales totales de carbono, podría ser uno de los territorios más castigados por el aumento de temperatura, particularmente en el Caribe y las regiones tropicales, donde el mar podría incrementar sus niveles hasta en 1 metro y "ocasionar daños incalculables a las pequeñas islas caribeñas que se encuentran apenas por encima del nivel del mar, contaminando humedales de agua dulce vitales para el suministro de agua de esas islas".
Asimismo, el impacto para América Latina podría verse en la seguridad alimentaria de sus habitantes. La región, hogar de un tercio de la tierra cultivable y de los recursos del mundo, estaría en riesgo si la temperatura llegase a niveles alarmantes. Lo primero es que los alimentos escasearían tendría la superficie de tierra cultivable.
Jairo Santander, docente e investigador en desarrollo y políticas públicas de la Universidad de los Andes, afirma que los seres humanos necesitan tener escenarios adecuados para lograr su bienestar. "Es importante que su entorno sea adecuado y sano, por eso el medio ambiente juega un papel fundamental: ¿Para qué sirve tener los mejores profesionales si no se puede respirar el aire, como ocurre en China?”, añade.
Por ello, el PNUD recomienda que, a fin de garantizar economías y sociedades sostenibles, se necesitan cambios estructurales y políticas novedosas que alineen los objetivos de desarrollo humano y cambio climático con estrategias de baja emisión y capaces de adaptarse a cada clima.
Igualmente, el organismo sugiere que los países desarrollados reduzcan su huella ecológica (indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana), mientras que los países en desarrollo necesitarán elevar su valor del IDH sin incrementar su huella ecológica.

"Las tecnologías limpias innovadoras jugarán un papel importante en esto", reza el informe, y pone el ejemplo de India, que en 2011 ayudó a aumentar en un 62% la inversión en energía solar hasta alcanzar los US$12 mil millones, el mayor crecimiento en inversión de todos los grandes mercados de energías renovables. 

sábado, 2 de marzo de 2013

Entre el coltán y la guerra


El Mundo |1 Mar 2013 - 10:32 pm

Congo no es un conflicto más

Entre el coltán y la guerra

Congo no es una guerra más en África, es el sitio donde siguen las consecuencias de la 'Guerra Mundial Africana', en la que varios países de la región y más de 20 grupos armados se enfrentaron entre 1998 y 2003.

Por: Víctor de Currea-Lugo *
Un soldado de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo en una operación en Kivu Norte.  / AFPUn soldado de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo en una operación en Kivu Norte. / AFP
En 1997, Laurent-Désiré Kabila tomó el poder en la antigua Zaire (que desde entonces pasó a llamarse República Democrática del Congo). Kabila fue asesinado en 2001, siendo remplazado en el poder por su hijo, Joseph Kabila, quien sigue como presidente y firmó en 2002 los acuerdos de paz de Pretoria. Aunque la guerra finalizó en 2003, la firma de unos nuevos acuerdos de paz se concretó en marzo de 2009, incorporando muchos de los rebeldes tutsis a las filas del ejército del Congo.
En 2012, fruto del fracaso de los acuerdos de 2009 y de las malas condiciones entre las propias filas oficiales, los antiguos rebeldes se levantaron de nuevo en armas con el nombre de M23 (Movimiento 23 de Marzo), con el apoyo de Ruanda y Uganda, aunque esto sea negado por sus gobiernos. A pocos meses del levantamiento, la rebelión tomó control de una buena parte de los Kivu y de Goma, avanzando sobre otras ciudades.
Como escenario de fondo está la pugna por los recursos naturales del oriente del país como el coltán, mineral necesario para fabricar celulares y computadores. Las minas de este metal están principalmente en las regiones de Kivu Norte y Kivu Sur, las cuales producen el 90% del mercado mundial actual de este material.
La crisis actual había sido advertida por trabajadores humanitarios desde julio de 2012. Van 800.000 desplazados internos desde mayo pasado y miles de refugiados que buscan protección, especialmente en Uganda. Cada cinco minutos, cuatro mujeres son violadas. Congo es el país con más ‘cascos azules’ en el mundo, sin que ello signifique una disminución de las atrocidades.
Ante este escenario, Congo finalmente decide lanzar un proceso de paz, pedido inicialmente por los rebeldes y rechazado por el Estado. La presión internacional, incluyendo la amenaza de la ONU de un despliegue de tropas, forzó la negociación. El proceso ha sido demasiado rápido y se espera que el acuerdo se firme a finales de febrero, pues ya hay consenso sobre varios puntos. Si bien un proceso de paz crónico es peligroso, un proceso express es por lo menos cuestionable.
Las conversaciones en Uganda (sin tregua previa) incluyen aspectos económicos, políticos y de seguridad, amnistía para los rebeldes, liberación de prisioneros y reparación. Si se repite la traición a lo firmado (como sucedió con el acuerdo de marzo de 2009), Congo entraría en otro ciclo de violencia.
En el plano internacional hubo otro ritual: la firma del ‘Acuerdo Marco para la Paz’ por parte de 11 países de la región el 24 de febrero de este año, sin la presencia de los rebeldes. Dicho acuerdo obliga a Congo a reformar sus Fuerzas Armadas y sus instituciones políticas, y a los vecinos a respetar la soberanía; pero eso ya se ha prometido e incumplido en el pasado. Este acuerdo apuntaría más a una acción militar internacional contra los rebeldes de Congo, antes que a una paz negociada. Una paz entre estados sin reconocer los rebeldes no es tampoco una solución real.
No basta con firmar acuerdos si no se tocan aspectos esenciales como la distribución de la riqueza minera, la explotación constante de los vecinos africanos y de los europeos, y los altos niveles de corrupción funcionales a la guerra. La maldición de tener recursos hace de Congo un ‘rey midas’ que todo lo que toca se convierte en guerra.
PhD. Profesor Universidad Javeriana @DeCurreaLugo
Víctor de Currea-Lugo * 
Elespectador.com

Gran minería: el dilema es el territorio


Editorial |1 Mar 2013 - 11:00 pm

EDITORIAL

Gran minería: el dilema es el territorio

Desde que el plan de desarrollo del presidente Santos lanzó la gran minería como una de las estrategias principales de crecimiento económico, el país ha sido testigo de un gran debate centrado, primero, en temas estrictamente ambientales.

Por: Elespectador.com
A la discusión sobre la inconveniencia de poner a andar a cualquier precio esta llamada locomotora se sumó el Ministerio de Agricultura. Se produjo, además, el gran rechazo de la sociedad de Bucaramanga a la gran mina aguas arriba de esa ciudad.
Han pasado más de dos años y a la discusión se han sumado amplios sectores, que ya no son “los ambientalistas”, como a veces se quiere hacer creer. Hasta las Farc, que también tienen intereses mineros, se han sumado presuntamente a este rechazo. Estamos ya en medio de una radicalización y ad portas de una confrontación que para nada ayuda. Es claro que hay una vertiente de ambientalismo que se acusa de radical y que tiene en su haber victorias como la exclusión legal de la minería en los páramos y en algunos humedales. También fue llamado radical Greenpeace cuando se opuso a la caza de la ballena azul, en ese momento al borde de la extinción y actualmente en recuperación. Hoy no sólo los ambientalistas, sino la sociedad mundial, prefieren un mundo con ballenas a uno con mares desolados.
Pues bien, llegó la hora de una discusión de fondo. Porque el dilema de la gran minería en la alta montaña no es sobre si hay un frailejón más o uno menos, ni es tampoco, siquiera, sobre la calidad de algún curso de agua. Más allá de la retórica, que pasó sin pena ni gloria de la “minería sostenible” a la responsable, lo que está en juego es la calidad y seguridad ambiental del territorio. ¿Desea la sociedad usar parte de sus montañas como oportunidad para multiplicar el capital? ¿O deseamos mantenerlas como espacio de vida?
Es urgente un gran diálogo dirigido a la construcción legítima de soluciones de compromiso, entre el crecimiento económico, el bienestar y la seguridad ambiental. Pero para llegar a este punto, ojalá más temprano que tarde, hay algunas situaciones que mucho ayudarían. Corresponde, primero, no al sector minero, que no opera en el vacío, sino al llamado sector social que vive el territorio, probar el beneficio de la minería.
Por supuesto, no sólo con indicadores macroeconómicos, pues incluso en este ámbito hay serios economistas que tienen fundadas inquietudes. Aun así, no han sido despejadas las dudas sobre el balance entre incentivos e impuestos, sobre el uso de las regalías, sobre la pobreza creciente en las zonas mineras, sobre los costos en la salud y sobre la enfermedad holandesa, grave para el poder adquisitivo.
Imposible una minería legítima cuando la sociedad tiene documentadas dudas sobre su beneficio social. La segunda de ellas es que no puede estar en duda la legitimidad de la intervención ambiental desde el Estado. Flaco servicio se le hace a la minería con editoriales que señalan a muy calificados funcionarios como extremistas, por el solo hecho de cumplir la ley.
Por eso, el anuncio del presidente Juan Manuel Santos de destrabar la locomotora minera podría ser bien recibido si viniera acompañado de una decisión de fondo de pasar de la retórica a la gestión ambiental, y con un mecanismo para la construcción de un acuerdo social. Pero no, por el contrario, también quieren acabar con la consulta previa. Vamos por mal camino.
Hoy por hoy, el indicador más robusto de la minería sigue siendo el conflicto socio-ambiental. Antes que confianza inversionista, el país tiene que recobrar la confianza en los inversionistas.