sábado, 14 de enero de 2012

Con anuncio de Petro, este sábado arranca la fiesta taurina en Bogotá

Alcalde de Bogotá no dará recursos para la fiesta brava

Con anuncio de Petro, este sábado arranca la fiesta taurina en Bogotá

Por: Laura Ardila Arrieta / Viviana Londoño Calle

Emulando al gobernador de Antioquia, el mandatario de la capital quiere prohibir los toros. Aficionados rechazan la idea.

 Activistas por los derechos de los animales protestan contra las corridas.    
Activistas por los derechos de los animales protestan contra las corridas.

El debate es tan antiguo como la misma fiesta brava que se realiza en el país desde finales del siglo XIX. Al tiempo que en los pueblos de Colombia se afianzaba la tradición importada de España, que en los campos empezaban a criarse los toros de lidia y que en las casas se alimentaba el corazón de los futuros toreros, en la orilla opuesta se gestaban los argumentos de quienes creen que no deberían existir las corridas por tratarse de maltrato animal.

Este viernes, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, abrió un nuevo capítulo de la pelea. Luego de que en diciembre pasado el entonces gobernador electo de Antioquia, Sergio Fajardo, anunciara que la Fábrica de Licores de ese departamento no volvería a patrocinar la feria taurina que se hace en Medellín (la cual venía financiando en gran parte desde 1993), el mandatario de la capital hizo lo propio y aseguró que la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) no entregará un solo peso más para el mismo evento que se hace en la ciudad y que arranca hoy e irá durante los próximos seis fines de semana.

Incluso, Petro se negó a usar el palco que, por derecho, le corresponde en la plaza de toros La Santamaría al alcalde y dijo que quiere iniciar una negociación con la Corporación Taurina de Bogotá, con el fin de “modificar las circunstancias que hacen de las corridas de toros un espectáculo alrededor de la muerte”. Queremos un diálogo franco, expresó el mandatario local. Sin embargo, antes de sostener ese diálogo con los taurinos tomó la decisión de quitarle la financiación del Distrito a la fiesta brava (una cifra que no precisan los asesores de Petro), en respuesta a un compromiso que adquirió con los defensores de los animales en su campaña en octubre pasado.

Por cuenta del anuncio de Petro, la polémica de los toros se encendió en casi todo el país, en donde amigos y enemigos de la idea discutieron al respecto, especialmente ahora, ad portas de dos de las ferias más importantes (las de Bogotá y Medellín).

Al respecto, la Corporación Taurina de Bogotá, a través de su presidente Felipe Negret, anunció que por ahora no piensa responder al anuncio de Petro, pero que está abierta al diálogo. Quienes sí hablaron fueron otros taurinos reconocidos, como el torero César Rincón, quien advirtió que la fiesta brava “está protegida por la Constitución” y que, en ese sentido, respeta la palabra del alcalde pero no la comparte.

Rincón, quien se dedica a la ganadería de lidia en España y en Colombia, le respondió a los defensores de los derechos de los animales que “el toro de lidia, durante su crianza, tiene una calidad de vida que no alcanza ninguno de los otros animales que el hombre cría para comer, como algunos pollos y reses”.
En el mismo sentido, el columnista Alfredo Molano insistió, como lo ha hecho varias veces en sus escritos, en que se trata de una actividad “tradicional, artística y cultural, arraigada en las entrañas de los pueblos”. Más allá, dijo sentir preocupación por lo que pueda generar el anuncio de Petro entre la comunidad de antitaurinos: “Se trata sin duda de un movimiento a veces violento. Yo mismo he sido amenazado de muerte por defender a los toros y esto de ahora lo que hace es encender los ánimos”. “Demos el debate con altura y argumentos, antes de que se tome cualquier decisión”, agregó el periodista experto en el tema, Víctor Diusabá.

Otra cosa opinan los defensores de los animales. Andrea Padilla, vocera de Anima Naturalis para Colombia, una fundación internacional, y creadora del pacto animalista en el que el alcalde Gustavo Petro se comprometió a no apoyar las corridas, cree que su anuncio es bastante relevante para que en Bogotá se haga efectiva la sentencia C-666 de 2010, que ordena, entre otras disposiciones, no estimular esta tradición en las nuevas generaciones, lo que llevaría a que se prohíba el ingreso de menores de edad a la fiesta brava; retirar la financiación de las corridas por parte del Distrito, y no causar sufrimiento ni maltrato al toro durante la corrida. Este último punto, que busca que no se agreda ni se le cause la muerte al toro durante la corrida, es uno de los debates que el alcalde Gustavo Petro quiere proponerle en la mesa a los taurinos.

Para el concejal Roberto Sáenz, de Progresistas, la decisión del alcalde es un gran avance en una discusión que estaba represada desde hace varios años. “Además de que se avanza en la implementación de la sentencia C-666 y se pone en el centro de la discusión una polémica que es mundial, esta administración empieza a promover la cultura de la no violencia en el país. Este paso nos ubica donde debimos estar desde hace mucho tiempo”, aseguró.

Pero, más allá del golpe de opinión que sin duda dio Gustavo Petro ayer, ¿qué significará en plata blanca para la feria taurina de Bogotá su anuncio? Sobre todo teniendo en cuenta que la mayor patrocinadora de la misma es la Fábrica de Licores de Cundinamarca y que el gobernador Álvaro Cruz dijo ayer que continuará apoyándola, por considerarla “una de los grandes generadores económicos del departamento”, y también que la prohibición de esta actividad sólo podría lograrse con una ley que tendría que aprobar el Congreso.

La respuesta la dará el tiempo. Por ahora, los expertos señalan que sin los recursos de la ETB la feria de Bogotá se podría ver “acorralada” y seguramente la corporación (que, a cambio de los recursos, adelantaba un trabajo social manteniendo y construyendo parques) terminaría apelando a bajar los precios de la boletería. Situación parecida a la que tendría que enfrentar la fiesta brava en Medellín. En un debate tan viejo como las corridas.

El fin de las corridas en Cataluña
La última corrida de toros en la plaza Monumental de Barcelona se celebró en septiembre de 2011. Por decisión del Parlamento catalán, apoyado en una iniciativa legislativa popular que recogió 127.500 firmas de quienes consideran la tauromaquia un acto de tortura y maltrato, desde el primer día de 2012 la fiesta taurina quedó prohibida, al menos hasta que el Tribunal Constitucional tome una decisión final sobre el recurso presentado por el Partido Popular o hasta que el nuevo Gobierno decida recuperar el toreo. Durante el primer semestre de 2012 se definirán las indemnizaciones que el gobierno español deberá entregar a las empresas afectadas por el veto; se estima que estas compensaciones pueden sumar hasta 300 millones de euros. Con la ley antitaurina, que fue aprobada desde julio de 2010 por el Parlamento, Cataluña se convirtió en la segunda comunidad autónoma de España que prohíbe la llamada fiesta nacional, después de las Islas Canarias.

¡Por fin!
Aníbal Vallejo R. Presidente de la Sociedad Protectora de Animales, Medellín.
¡Por fin nuestros políticos están tomando conciencia del desastre que son las corridas de toros! Mas notable aún si se toma en cuenta que vivimos en un país que ha ido perdiendo la sensibilidad y el respeto por las distintas formas de vida. Hay que ampliar el círculo moral que nos lleva a sentir el dolor de los demás y actualizar esa inequitativa ley que sirve de marco legal y que bajo el pretexto de la tradición y la “cultura” aún permite y patrocina tantos atropellos con espectáculos primitivos y decadentes. Es necesario suprimir todas las formas de tortura con los animales: el coleo, el rejoneo, las riñas de gallos, las corridas de toros. Y además volver la mirada a las matanzas que a diario se hacen en las llamadas centrales de faenado, sin olvidar las impactantes imágenes de los caballos desmembrados en las corralejas cordobesas, donde ahora, con la complacencia de las autoridades locales, les ha dado por convertirlas en rudimentarias escenas de rejoneo. Por la incidencia en el contexto nacional es muy significativa la posición asumida por las autoridades en ciudades como Medellín y Bogotá, de no apoyar espectáculos violentos. Sirva la ocasión para hacerle un llamado al alcalde Petro para que de una vez borre la mala imagen de funcionarios antecesores suyos en Bogotá y clausure definitivamente el Centro de Zoonosis de Engativá y algún día se puedan olvidar las crueles imágenes de lo allí sucedido durante el paso de la actual ministra de Seguridad Social por la Secretaría de Salud del Distrito.

Que siga la fiesta
César Rincón, extorero colombiano, se dedica a la ganadería de lidia.
Estamos en una democracia y, como todos los colombianos, el alcalde Gustavo Petro tiene derecho a expresar su sentir. Sin embargo, no comparto su idea. Nosotros estamos bajo la legalidad de la Constitución Política colombiana, hay un reglamento taurino y estamos amparados. Es aceptable que a muchos no les guste la fiesta brava y a nadie se lo obliga a ir. De igual forma, el festejo no debería prohibirse a quienes sí queremos participar de él.

Hay cosas maravillosas en el mundo de los toros. La raza de lidia es una raza que llegaría a extinguirse si no fuera por la fiesta brava. Todo porque el toro de lidia no sirve en la cadena cárnica, es un animal que apenas da leche para su cría. Pero la cantidad de hectáreas que se destinan para tenerlos es algo importante. Es una industria que genera trabajo.

Es verdad que se mata al toro, pero la realidad es que en esta actividad no existe hipocresía: la de comer carne, porque la especie humana vive de los animales. Al cerdo y al pollo los alimentan para matarlos. La calidad de vida de un toro de lidia es muy buena en cambio.
Esta es una tradición, una cultura y una hermosa fiesta que debe continuar.

Reacciones
Álvaro Cruz, Gobernador de Cundinamarca
Respeto la decisión del alcalde Petro, pero vamos a continuar apoyando la fiesta brava porque, además de ser un tema de cultura, es uno de los grandes generadores económicos en el departamento.
Alfredo Molano, Columnista
El anuncio de Petro podría estimular al movimiento antitaurino, que a veces es tan violento y que es mayoría, a actuar, y que se desborde. A mí ya me han amenazado de muerte por defender esta actividad.
Benjamín de los Ríos, Secretario ejecutivo Cormacarena (Medellín)
Respetamos el derecho que tiene el alcalde Gustavo Petro al debate, pero él no puede irse en contra de la ley 916 de 2004, que establece que los espectáculos taurinos son considerados como una expresión artística del ser humano.
Sergio Fajardo, Gobernador de Antioquia
Mientras sea responsabilidad mía, la Fábrica de Licores de Antioquia no tiene por qué estar en representación departamental apoyando la ferias de toros.
Roberto Sáenz, Concejal Progresistas
Aunque Petro no puede prohibir que se realicen corridas de toros, sí puede tomar decisiones como no financiar la feria y evitar la entrada de menores de edad a las corridas, grandes pasos para impulsar una discusión que tiene que promoverse.

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